domingo, 19 de abril de 2009

Zapatos Negros


El llevaba una vida solitaria y tenía unos zapatos negros. Sus ojos siempre miraban hacia el infinito, hacia la nada y su ser no trascendía este mundo. Andaba por las calles del centro de la ciudad, mirando, analizando y percibiendo todo cuanto lo rodeaba, con su piloto automático siempre encendido.

Uno de esos días grises y solitarios se sentó en la silla de una plaza, y sin darse cuenta cayó en un profundo sueño. Al despertar  ¡oh Sorpresa!, le habían robado sus zapatos negros. Sin reparo, comenzó a caminar de nuevo, resignado porque ahora todo lo que tenía para caminar por la ciudad, era su calzado de piel humana. Así continuó, siempre descalzo, y pronto se acostumbró. Sentía que gracias a esto, se había vuelto más sensible y sus caminatas por la ciudad eran más interesantes.

Un día, su caminar es interrumpido por un temor inmenso, se nubla su mente y como por arte de magia su piloto automático se apaga. Ve cruzar la calle a un pequeño niño, solo, mientras el semáforo está en verde. Se atraviesan miles de pensamientos en su cabeza, se angustia y en un arranque de valentía se abalanza veloz sobre el pequeño, evitando así que fuera aplastado por esas ruidosas máquinas destiladoras de humo. El niño asustado y él agitado se sientan a la orilla de un andén. El niño dice: ¡tus zapatos son iguales a los míos! , El dice: yo no tengo zapatos. El niño: ¡si los tienes mírate los pies! El baja su cabeza y asombrado se da cuenta que sus zapatos siguen en sus pies. Gira un poco la cabeza para contarle a su nuevo amiguito que le habían robado los zapatos, pero el niño ya no estaba.

El, intenta resolver en su mente a dónde se habrá podido ir el niño, no entiende  qué  sucede, le parece algo sobrenatural el hecho de tener nuevamente los zapatos en sus pies, pero ahora, ya no eran negros, su color había sufrido un cambio dramático, pasaron a ser totalmente blancos, asombrado de tal suceso comprendió que no solamente el color de sus zapatos había cambiado, sino que también de ahora en adelante  su vida  tendría un matiz más claro. 

jueves, 19 de marzo de 2009

hastío de piel, levedad y equilibrio. El descanso que las aguas

por su ombligo, quizás la perfección sería madurar para una 

sola caricia, beber su boca de un trago.

Cuando la carne tiene hambre y a la flor se le abre el corazón de 

la fruta, paga el crimen de la eternidad.

(Ángel Beccassino)

Pesadilla

17/01/09 


Sintiendo despertar de un sueño
sintiendo extrañeza de un camino...

...camino por las frías calles y respiro profundamente. 
Mis pulmones se llenan de aire de meláncolia, 
fumo 4 cigarros sin filtro, 
tomo unos tragos de coñac,
Hago poesía que se evapora con el frío y el con el viento citadino sobre cabezas desconocidas.
Pensamientos aturden mi corazón de la cabeza 
mis sensaciones se reflejan en mi rostro, una fachada triste. 
Sigo caminando. 
Algo no me gusta de soñar. Despertar. 
Estoy despertando... 
aún con su aliento en mi rostro y su aroma en mis manos, inconscientes
me niego a abrir los ojos, no quiero despertar, 
no quiero que se desvanezca,
quisiera no despertar nunca de este sueño, 
quisiera no vivir otro por el momento... 
solo este... 
quiero seguir soñando, 
a pesar que mis ojos estén abiertos 


(Javier Acuña )